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Recuerda que ante tu problema, al final tienes que elegir entre 2 CAMINOS:

1/ PUEDES IR SOLO/A EN LA SOLUCIÓN DEL PROBLEMA, y esto supone:

• Actuar por descubrimiento, probando herramientas o estrategias que serán adecuadas (o no) para tu caso.
• Caminar más lento en la solución de tu problema.
• Probabilidad bastante alta de dispersarte o perderte por el camino, ante los imprevistos que surjan y que no sepas cómo afrontar.
• Alargar aún más la vida de tu problema, o esclavizarte con éste.

2/ PUEDES IR ACOMPAÑADO DE AYUDA PROFESIONAL.

Por este camino, y ante los problemas por lo que más sufres o más te cuesta solucionar, avanzarías más rápido al saber en todo momento dónde poner tu foco y energía para poder acelerar el proceso de mejora de tu problema.

De esta manera, también evitas perderte por el camino (que es muy común), y reducir así tu sufrimiento (y a veces, también el de las personas que más quieres).

¿QUÉ DEBES SABER DE LAS TERAPIAS ONLINE?

Las terapias online son el futuro y presente en la evolución de las terapias actuales, debido a los avances tecnológicos en los últimos años, que te permiten conectarte y trabajar tu problema con cualquier profesional que te convenza y que esté en cualquier parte del mundo.

Las ventajas de la terapia online son muchas, y si tenemos en cuenta los escasos inconvenientes que supone. Por eso, es normal que esté al alza y que actualmente sea la preferencia de muchas personas a la hora de resolver sus problemas psicológicos.

Los motivos más frecuentes de preferir más una terapia online son:

Obtienes exactamente los mismos resultados que realizando una terapia presencial.

Es importante que sepas que la eficacia en una terapia, no está tanto en que sea presencial u online, sino más bien en las herramientas que te aporta y aprendes, y en la forma integral de trabajar tu problema en la Terapia, tanto en cuestiones presentes como en bloqueos emocionales del pasado.

Puedes trabajar tu problema con cualquier Psicólogo que te convenza y que creas que puede ayudarte a resolver tu problema.

En este sentido, no solamente te limitarías a los psicólogos de tu municipio o ciudad, que quizá no te gusten por: su forma de ser, de trabajar tu problema y/o por los precios que puedan tener.

Reduces al máximo los costes extras que supone la terapia presencial.

Costes de tiempo, por: Desplazamiento, tráfico, buscando aparcamiento, horarios de transportes públicos, restando tiempo a otras responsabilidades u ocio que tienes, etc.

Sobrecostes económicos que añades al precio de la sesión, por: Horas de parking, Gasolina u otros gastos por desplazamiento, Ticket de ida y vuelta del Transporte público.